
«Con ocasión de esa feliz circunstancia, quiero unirme a la alegría de la querida diócesis abulense, de la Orden del Carmelo Descalzo y del Pueblo de Dios que peregrina en España», escribe Benedicto XVI. En la carta, el Papa define a Santa Teresa de Ávila como una mujer «enamorada del Señor que sólo quiso agradarlo en todo» y destaca que con su reforma del Carmelo «quería propiciar una forma de vida que favoreciera el encuentro personal con el Señor».
«La Santa evangelizó sin tibiezas, con ardor nunca apagado y con métodos alejados de la inercia», asegura Benedicto XVI. «El monasterio de San José nace precisamente con el fin de que sus hijas tengan las mejores condiciones para hallar a Dios y entablar una relación profunda e íntima con Él», añade. Benedicto XVI asegura que el espíritu intrépido de Santa Teresa de Ávila sigue siendo de ejemplo para los cristianos de hoy, e invita a redescubrir la vida y el mensaje de esta santa. ABC